Monterrey lució con los estragos que dejó un grupo pequeño de manifestantes que participaron en la marcha del 8M y que causaron grandes destrozos al Palacio de Gobierno y comercios.
A pesar de las precauciones que tomaron algunos propietarios de negocios en cubrir sus instalaciones con muros maderas, estas fueron derribadas por las mujeres radicales.
El Hotel Monterrey, ubicado sobre la calle Zaragoza, quedó con la puerta del acceso principal completamente destrozada y además fue pintado con latas en aerosol.
Otros locales de comida como un Subway, instalado en el cruce de la calle Zaragoza y Ocampo, presentó daños en los cristales al ser quebrados por las mujeres que participaron en el contingente.
En tanto que el Museo Marco también fue una de las instalaciones que presentaron daños, pues a pesar de colocar mantas con mensajes pintados en aerosol, fueron tumbadas y las verdaderas paredes fueron grafiteadas.
Recientemente el Instituto Nacional de Antropología e Historia había entregado las puertas de Palacio de Gobierno que fueron dañadas durante la marcha de mujeres del año pasado, cuando fueron nuevamente vandalizadas en este 2023.
Un grupo de mujeres prendió fuego a las puertas del Palacio de Canteras como una forma de llamar a la atención de las autoridades y exigir justicia, así como acciones para erradicar o prevenir la violencia contra la mujer.
Durante los minutos que duró la protesta que se salió de control, las mujeres intentaron quebrar también los cristales del inmueble, incluso lograron derrumbar uno de los accesos y entraron para generar más destrozos.
El gobernador de Nuevo León, Samuel García, publicó una carta en redes sociales en donde aseguró va a tomar cartas en el asunto por los daños causados a Palacio de Gobierno.
En el mensaje dijo que las afectaciones fueron provocadas por un grupo pequeño ajeno al verdadero sentido de la manifestación del resto de las mujeres.
“Desafortunadamente, algunas, la minoría, casi al finalizar la marcha, hicieron destrozos en Palacio, la casa de todas y todos los neoleoneses. Incendiaron puertas, lanzaron piedras, rompieron vitrales, pusieron en riesgo la vida de otras manifestantes, las ahuyentaron. Gracias a Dios, ninguna resultó herida” dijo.
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