La Escuela Primaria Jesús González Ortega, de 60 años, que no ha sido renovada desde hace un año, sufrió lluvias recientemente y parte del techo de uno de sus salones se derrumbó, lo que obligó a los estudiantes a usar cascos durante la clase.
Mientras tanto, la Secretaría de Educación dijo a maestros y padres de familia que el caso se analiza, mientras que Protección Civil de Nuevo León afirma que no hay daño estructural.
Sin embargo, hay temor entre maestros, padres de familia y estudiantes del grupo de quinto año B de ese plantel ubicado en el Fraccionamiento Bernardo Reyes, en Monterrey.
Desde diciembre pasado se habían presentado algunos desperfectos y riesgos en el salón, pero nadie les hizo caso, hasta este viernes en que los padres de familia denunciaron la situación a los medios de comunicación.
Mientras tanto, para no perder clases los alumnos han llevado en su cabeza cascos de fútbol americano, para patinadores, ciclistas y hasta de construcción, como una forma de protegerse en caso de que hay otro desplome, aunque los hay quienes no llevaron nada.
De acuerdo a Jared De la Cruz, maestro del grupo Quinto B, el desplome se registró durante la madrugada del lunes pasado, pues cuando llegaron a clases ya encontraron todo el desperfecto.
Además, desde ese día, reportaron a las autoridades la situación y el temor, pero solamente les dijeron que no había daño estructural, por lo que los niños y sus padres tomaron la iniciativa de acudir con cascos de seguridad.
La secretaria de Educación envió un escueto escrito en el que asegura que el caso se está analizando.
“En respuesta a la problemática de la Primaria Jesús González Ortega del Fraccionamiento Bernardo Reyes, se informa lo siguiente: La directora de Recursos Materiales de la Secretaría acudió a las instalaciones de la primaria… informa que Protección Civil les dijo que el daño NO es estructural”.
“La SENL acordó con los padres y la directora hacer un dictamen de seguridad estructural. ICIFED también acudió al plantel y corroboró que no hay daño estructural”, añade la respuesta oficial.
Sin embargo, los padres no están de acuerdo con la respuesta de las autoridades y mantienen el temor, mientras el profesor Jared asegura que “el miedo es el miedo”.
Los padres de familia piden que se arregle el daño, que se refuerce, pues no tienen tranquilidad, por lo que la próxima semana los niños asistirán con sus cascos.
Asimismo, la escuela ingresó a un programa de reparación que había impermeabilizado, pero tras la pandemia no se dieron cuenta que el trabajo se hizo mal, y con las lluvias se desplomó el techo.
Tras las denuncias, al mediodía del viernes iniciaron los trabajos de reparación del salón dañado, mientras que otros padres de familias afirman que la humedad ha afectado otros salones.
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