No solo en el futbol se han dado incidentes en los cuales el público rompe con la armonía del evento y desata una trifulca en las gradas, en el beisbol también han ocurrido este tipo de eventos, tal fue el caso de lo que se vio en el partido de los Sultanes de Monterrey contra Algodoneros de Unión Laguna.
Como parte de las actividades de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) de la serie, los Sultanes se midieron ante los Algodoneros en un encuentro que empató la serie y obligó a un séptimo encuentro definitivo. Sin embargo, la victoria y empate del conjunto regiomontano se vio opacado por el comportamiento de los aficionados, quienes protagonizaron una riña.
Diferentes aficionados captaron el momento en el que una trifulca inició en una región de las gradas del estadio Mobil Super de los Sultanes. Los hechos ocurrieron en la octava entrada, poco después del incidente que sufrió Carlos Soto, bateador que recibió un pelotazo en la cabeza y lo dejó tendido en el diamante.
Mientras el personal médico empezó a atender a Soto y ver la gravedad de sus lesiones, un grupo de fanáticos locales intercambió palabras con la porra visitante, así que de inmediato empezó el intercambio de golpes. Hasta el momento no se sabe con exactitud qué detonó la pelea.
Pero en las imágenes se apreció cómo el orden que había hasta ese momento se rompió y algunos fans tuvieron que alejarse del lugar para protegerse y evitar verse involucrados en la pelea campal.
De acuerdo con las imágenes que se viralizaron en redes sociales se aprecia como aficionados de la Unión Laguna con camiseta roja habrían sido quienes iniciaron las agresiones en contra de algunas personas que iban a alentar al equipo local.
Aunque no se aprecia con claridad qué es lo que detonó la bronca, sí se puede ver cómo un grupo de personas empezó a intercambiar golpes. De inmediato el sonido local del lugar solicitó que las personas que estaban en la riña se comportaran y volvieran a la calma.
En la grabación se alcanzó a escuchar: “Amigos aficionados, los invitamos a todos ustedes mantener la cordialidad, evitemos cualquier tipo de situación en la cual se tenga que intervenir seguridad y policía”.
Sin embargo, al momento la pelea seguía, pues ninguno de los elementos de seguridad habían intervenido para calmar la situación. Fue en cuestión de segundos, desde que el sonido local lanzó la advertencia, para que los elementos de seguridad llegaran al lugar y detuvieran a quienes estaban intercambiando golpes.
Fue por ello que el sonido local volvió a insistir en la calma “los invitamos de nuevo a mantener la cordialidad”; al instante, llegó un elemento de seguridad privada a la zona de las gradas en donde se desató la contienda. Enseguida más elementos de seguridad de privada rodearon a todas las personas que estaban involucradas en la pelea.
Este gesto provocó que la afición empezara a corear “¡fuera, fuera!” para que se llevaran a quienes rompieron la armonía deportiva y de alegría que se vivía en ese momento, pues los Sultanes llevaban la ventaja en la pizarra y estaban por concretar una victoria que alargaría la serie a un séptimo encuentro.
El personal del estadio escoltó a los involucrados en la pelea hasta que abandonaron el lugar, pero a su camino, el público los abucheó y siguió con la frase “¡fuera, fuera!”, pues no permitieron que el juego se reanudara luego del accidente que pasó en el campo de juego.
Después de dicho momento de tensión, el juego se reanudó en la última entrada del juego. Los Sultanes se llevaron la victoria con un marcador de 16-3.
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