En 2020, la pérdida fiscal por la venta ilegal de cigarros en territorio nacional ascendió a un aproximado de más de 13 mil millones de pesos, según el estudio “Illicit Cigarette Consumption in Mexico”, de Oxford Economics.
Por las calles del Centro de Monterrey, entre las decenas de locales irregulares, se puede observar a plena luz del día la venta de cigarros a precios extremadamente baratos que delatan la ilegalidad del negocio.
En concreto, por la acera oriente de la avenida Cuauhtémoc, en su cruce con la calle Aramberri, al menos cinco locales callejeros venden cigarros ilegales a metros de una torre de vigilancia de la Policía de Monterrey.
Los cigarros son exhibidos con otros productos como encendedores, chicles, audífonos, bocinas, contactos eléctricos y llamativos carteles de color con ofertas de tres cajetillas por 50 pesos.
Al acercarse para comprar alguno de estos productos, los comerciantes especifican que no todas las cajetillas expuestas tienen el mismo valor, sino que hasta en los cigarros “piratas” hay clases.
Las piezas más económicas son vendidas de manera individual por 20 pesos, o bien, tres de estas cajetillas por los mencionados 50 pesos, “el tostón”.
La segunda categoría de cigarros alcanza tan sólo un precio de 30 pesos por una cajetilla de 20 piezas, y no se ofrecen bajo una promoción o descuento por compra al mayoreo.
En contraste, una cajetilla de cigarros de 20 piezas marca Marlboro, de venta legal en tiendas de conveniencia o supermercados del país, tiene un precio que ronda los 80 pesos.
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