Al argumentar que cada entidad federativa debe disponer de su propio marco regulatorio, el Gobierno de Nuevo León creó el Programa Estatal de Cambio Climático (PECC).
A través de una publicación en el Periódico Oficial de este miércoles, la Secretaría de Medio Ambiente explicó que dicho programa cuenta con 26 estrategias y 140 líneas de acción, entre las que resaltan la seguridad hídrica, sistema de movilidad accesible, sistema urbano resiliente y edificaciones sostenibles, industria productiva y baja en emisiones, residuos, economía circular y cultura climática, transición a un sistema energético limpio y seguro, así como un eje pragmático para habilitar la implementación y monitoreo de dicho programa.
En ese sentido, con el PECC lo que el Estado busca es: reducir entre 21 y 33 por ciento las emisiones para 2030, con respecto a un escenario de línea base con miras a construir las bases para que las emisiones del Estado sean las menos posibles para mediados de siglo; hacer una inversión pública anual de entre seis y 11 por ciento del Producto Interno Bruto de Nuevo León para generar la transformación que la crisis amerita; y por último, que las personas más afectadas por el cambio climático sean atendidas de forma prioritaria.
“El Programa Estatal de Cambio Climático de Nuevo León y la Zona Metropolitana de Monterrey tiene por objeto definir y guiar la implementación de las acciones de adaptación del cambio climático y la reducción de las emisiones causantes de este fenómeno. Se publica por mandato de la Ley de Cambio Climático del Estado de Nuevo León en concordancia con la Ley General de Cambio Climático y alineado a los compromisos internacionales en la materia como el acuerdo de París”, refiere la publicación.
En materia del agua, algunas de las acciones son incrementar al menos en 10 por ciento el reuso del agua residual tratada, así como aumentar la superficie de restauración de cuencas.
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