La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) emitió una alerta que ha encendido las alarmas en la comunidad internacional: los nitazenos, una nueva y potente droga callejera, están en aumento, representando una amenaza significativa.
Desde su primera aparición en 2019, el número de variantes de nitazenos ha crecido de forma alarmante, pasando de una sola sustancia a trece diferentes en tan solo cuatro años. Esta rápida proliferación ha despertado serias preocupaciones sobre los riesgos que plantean estos opioides sintéticos, que pueden ser hasta 40 veces más potentes que el fentanilo, una droga ya de por sí letal.
Desarrollados originalmente en la década de 1950 por la empresa farmacéutica CIBA, los nitazenos, aunque inicialmente concebidos con propósitos médicos, se han convertido en una preocupación global debido a su alta potencia y los peligros asociados con su consumo.
Estos compuestos, que son análogos de sustancias controladas internacionalmente como el clonitazeno y el etonitazeno, han sido detectados en múltiples países de distintas regiones del mundo, incluyendo Asia, Europa, América del Norte, Oceanía y Sudamérica. Entre los países con mayor número de casos reportados se encuentran Estados Unidos, Canadá, Letonia, Estonia, el Reino Unido, Suecia y Alemania.
La potencia de los nitazenos presenta desafíos considerables en términos de sobredosis y riesgos para la salud pública. El suministro no regulado de estas drogas se ha vuelto cada vez más tóxico e impredecible, lo que aumenta drásticamente el peligro para los consumidores. La dificultad para medir con precisión la dosis correcta de nitazenos representa un riesgo significativo, incluso para aquellos que siguen prácticas de reducción de daños.
Ante esta creciente amenaza, se aconseja a los consumidores tomar medidas de precaución, como verificar la autenticidad de las drogas, probarlas antes de usarlas, dosificar con cautela, ir despacio en su consumo, limitarse a una sola droga, consumir en compañía y tener a mano naloxona, un medicamento que puede revertir temporalmente los efectos de una sobredosis de opioides, incluyendo los nitazenos.
La UNODC, a través de su Sistema de Alerta Temprana (EWA), está vigilando de cerca la situación y proporcionando información clave para respaldar respuestas de políticas basadas en evidencia y medidas de reducción de daños efectivas. Es crucial que la comunidad internacional esté alerta y tome medidas rápidas y coordinadas para hacer frente a esta creciente amenaza para la salud pública.
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