El emblemático Puente del Papa que conecta la colonia Independencia con el centro de Monterrey, luce ahora en completo abandono.
Un tapiz de basura y grafiti, barandales consumidos por el óxido y en mal estado, falta de iluminación y hasta heces fecales humanas, es lo que se muestra en la actualidad al recorrer el paso peatonal.
Tres de los miradores sobre el puente, muestran grietas en el concreto del suelo, e incluso en las escaleras de acceso sobre Morones Prieto, hay un agujero al centro de uno de los escalones que podría presentar un riesgo para la ciudadanía, sin mencionar las varillas expuestas que se observa oxidadas.
La última remodelación al Puente fue en el 2014 durante la administración de Margarita Arellanes, y en esta, se rehabilitaron 360 metros cuadrados de losa en los accesos peatonales, se realizaron trabajos de pintura e instalación de escalones faltantes.
El nombre de este puente, deriva de la primera visita del Papa Juan Pablo II a Monterrey en 1979; ahí, ofreció una misma para más de 300 mil personas que se instalaron en el lecho del Río Santa Catarina.
Originalmente, en su inauguración en 1976 fue llamado el Puente San Luisito por ser la salida peatonal del barrio que llevaba el mismo nombre, y que es ahora la colonia Independencia.
Carlos Alberto Garza y Juan Sánchez, vendedores con más de 20 años en el lugar, comentaron que Servicios Públicos no limpia el sitio y son ellos quienes deben recoger cada que se instalan, pero otros de sus colegas y hasta los mismos peatones, vuelven a tirar basura a lo largo del puente.
Aunque cada sábado y domingo algunos comerciantes ambulantes se instalan en el puente a ofertar sus productos, el resto de la semana este espacio se vuelve un punto inseguro para los vecinos, resaltando así el olvido en que se encuentra.
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