Luego de que hace unos días cientos de ciudadanos en Monterrey, Nuevo León denunciaron que un mal olor muy penetrante inundó el medio ambiente, al parecer ya se conoce qué origino esta situación que incomodó a miles de personas.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) el fuerte olor de hace unos días no fue producto de una fuga de gas y mucho menos culpó a los orines de gato, ya que al parecer el hedor era similar a esta secreción.
La Conagua concluyó que la fetidez que se percibió eran emisiones de metano y descartó que se tratara de una fuga emanada de la refinería de Cadereyta, como muchos pensaban.
En un mensaje dirigido a medios de comunicación, el director del Organismo de la Cuenca del Río Bravo, Luis Carlos Alatorre expuso su postura, la cual contradice a las versiones del gobierno del estado.
Explicó que la combinación del metano con otros desechos biológicos que circulan por el drenaje y ante el contacto con el agua, expide gases a través de las alcantarillas, que pudo haber a la población alertado y pensado que incluso fueran fugas del sistema de conducción de gas que en la zona metropolitana de Monterrey.
Agregó que la fetidez se debió, además, a que no ha llovido en la entidad, por lo que al presentarse escurrimientos en el drenaje, hizo contacto con el metano y se generó ese olor que muchos atribuyeron incluso a orines de gato.
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