Nuevo León está en semáforo rojo en el delito de violencia familiar con un acumulado de 19 mil 456 denuncias hasta el mes de octubre del presente año.
De acuerdo con cifras de la Fiscalía General de Justicia del estado, la entidad está a tan solo mil 573 casos de igualar la cifra total del 2021 y todavía faltan por registrar los meses de noviembre y diciembre.
Además, el delito ha ido en incremento en los últimos años ya que en 2019 la cifra de denuncias se situó en 16 mil 339; en 2020, se registraron 17 mil 940 y en 2021, 21 mil 029.
Según el Semáforo Delictivo, publicado por la FGJNL, con excepción de Cadereyta que está en amarillo, el resto de los ayuntamientos de la zona metropolitana están en rojo como son: Apodaca, Escobedo, García, Guadalupe, Juárez, Monterrey, San Nicolás, San Pedro, Santa Catarina y Santiago.
El Consejo Nuevo León para la Planeación Estratégica advirtió que una mujer que ha sufrido o presenciado violencia familiar, en alguna etapa de su vida, es tres veces más propensa a ser víctima de violencia dentro de una relación de pareja.
En el caso de los hombres los que han sufrido de violencia familiar son dos veces más propensos a agredir a su pareja.
Lo anterior según el estudio “Causas de la violencia familiar en Nuevo León: Análisis delictivo sobre la violencia de pareja”, realizado por el Observatorio de Seguridad y Justicia (OSJ) del CNL.
Recientemente, el diputado Waldo Fernández presentó en el Congreso del estado una iniciativa para que se reforme la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia para impulsar la creación de refugios para la atención a las víctimas de violencia en la entidad.
Para las mujeres, Nuevo León no es un lugar seguro para vivir. Una y otra vez el estado ocupa los primeros lugares nacionales en llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de abuso sexual, incidentes relacionados a violación y en llamadas relacionadas a la violencia familiar”, estableció.
Así también, dijo, Nuevo León se ha vuelto a colocar como líder nacional en feminicidios.
La violencia familiar, en concreto, se ha incrementado de manera preocupante en el estado, más aún durante la pandemia. Para los cientos de víctimas, los refugios pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte”, apuntó.
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