Las noticias de tiroteos escolares generan miedo e indignación, pero también provocan que algunas personas quieran imitar ese tipo de comportamientos, ya sea amenazando con hacer uno -sin tener los medios para realizarlo- o llevando armas a sus escuelas, como ocurrió en Monterrey, Nuevo León, donde un alumno fue detenido tras descubrirse que portaba una pistola en su mochila.
Fueron sus propios compañeros quienes lo acusaron con un profesor, al que le dijeron que el adolescente les mostró el arma. El maestro acudió con el director para reportar lo sucedido, quien por su parte dio aviso a las autoridades.
Tras el reporte, elementos de la Fuerza Civil arribaron al colegio y, una vez realizada la inspección al joven reportado, se confirmó que llevaba un arma tipo escuadra de posta, por lo que la pistola fue asegurada y el estudiante trasladado al Centro de Denuncia especializado en Justicia para Adolescentes (CODE).
El arma en cuestión era de color negro, calibre 4.5 milímetros, con tanque de gas marca Crosman, modelo C-11. El adolescente de 13 años -cuya identidad se reservó por protección- fue dejado en libertad una vez que sus padres se presentaron al CODE.
Se dio aviso a la Policía Ministerial para que comenzara con las indagatorias correspondientes. También se inició una carpeta de investigación por el delito de amenazas o lo que resulte después de concluir con la investigación vigente. Además, se giró un oficio a la Dirección de Criminalística y Servicios Periciales al área de Balística.
Será la Unidad de Investigación Especializada en Adolescentes de Nuevo León la encargada de brindar atención psicológica y de investigar el entorno de convivencia diaria de los estudiantes
El pasado 15 de septiembre, profesores de la misma secundaria recibieron mensajes de texto en los que advertían que habría un tiroteo a la hora de la salida de los alumnos, lo que provocó una fuerte movilización policial.
Los agentes ministeriales entrevistaron al personal docente y a los alumnos para conocer la procedencia del mensaje, pero no se logró determinar.
Monterrey aún recuerda un trágico episodio vivido en enero de 2017, cuando un estudiante realizó un tiroteo en el Colegio Americano del Noreste. Tras disparar contra sus compañeros y profesora se suicidó.
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