La ciudad de la diligencia, los negocios, la cultura y mucha diversión. La capital, Nuevo León, aparece como una opción para empacar y vivir experiencias inesperadas. Con eso en mente, compartimos una guía con lo esencial para disfrutar de esta ciudad norteña.
Con una superficie de 114 hectáreas y de libre acceso, este parque se ha convertido en un punto neurálgico de la vida social, cultural y recreativa de la familia real y por supuesto de los visitantes. Abre a las 06:00 y cierra a las 22:00.
En su interior encontramos el centro de convenciones Cintermex, el paseo Santa Lucía (un río artificial que se puede recorrer en pequeñas embarcaciones), la Arena Monterrey (centro de conciertos), el Auditorio Citibanamex y ¡Plaza Sésamo!, un pequeño parque temático con los personajes de este programa de televisión.
Ir a Monterrey y no probar el cabrito es desperdiciar el viaje, sobre todo si es la primera vez que asistes. Preparar este tipo de carne requiere tanto técnica como buena mano del cocinero.
Algunas opciones que valen la pena por su tradición y sabor son El Gran Pastor (tiene medio siglo de experiencia y seis sucursales en Monterrey). En Instagram los encuentras como @elgranpastormx.
Otro infaltable es El Rey del Cabrito, que se autodefinen como iconos de Monterrey. Lo cierto es que su cabrito es uno de los más famosos de la República y cuenta además con una extensa lista de antojitos y paquetes. En Instagram los encuentras como @reydelcabrito.
Los aficionados regios se caracterizan por la pasión con la que viven sus deportes, y compartirlos con ellos es una experiencia asombrosa.
Si tienes oportunidad, asiste al Estadio BBVA, uno de los más nuevos del país y hogar del Club de Futbol Monterrey.
Si prefieres otro deporte, un imperdible es el hogar de los Sultanes de Monterrey: el Palacio Sultán. Este es el único equipo que disputa tanto la Liga Mexicana de Beisbol en verano y la Liga del Pacífico en invierno, por lo que hay partidos todo el año. El inmueble es uno de los mejores para esta disciplina en nuestro país. Por cierto, el Salón de la Fama del Beisbol Mexicano está en el parque Fundidora.
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