En la plaza Vicente Guerrero en la colonia El Golfo en Tampico, Monse pasó los mejores momentos de su vida. Ahí creció, pero en diciembre pasado decidió irse a Monterrey, Nuevo León, donde hace unos días ocurrió un incendio que le quitó la vida. Su familia pide justicia.
Con apenas 17 años de edad, emigró a Monterrey el pasado mes de diciembre, pero lamentablemente sus ilusiones por salir adelante se quedaron truncadas en el incendio ocurrido en la calle Galeana y Padre Mier, en la zona centro.
Sus familiares recuerdan a Monse como una joven alegre, sana, responsable y que quería salir adelante. “Era una niña que la valoramos tanto porque era una persona muy tranquila y muy querida por sus amigos que la acompañaron, estamos muy agradecidos con todas las personas que la acompañaron”, dijo María Natividad Ruiz, abuelita de Monse.
Monse estudiaba en línea y trabajaba recientemente en una boutique en la ciudad de Monterrey, pero desafortunadamente en la cuartería donde rentaba junto a su hermano ocurrió el siniestro, el cual aún las autoridades de Monterrey no han esclarecido.
“Era una muchacha muy alegre, siempre con su sonrisa, le gustaba bailar, cantar, muy relajienta ella, todo sano, pero desgraciadamente ya no la tengo conmigo. Yo confiaba en ella, aquí ella era muy responsable, toda su diversión era sana, no era mala, yo por eso con esa confianza la dejé allá porque yo sabía cómo era mi hija, ella era la que cuidaba al hermano mayor, tocándole la puerta Daniel ‘levántate porque se te va hacer tarde para trabajar’, ella era como quien dice la mayor”, dijo Patricia Carmona Ruiz, mamá de Monse.
El amor de una madre hacia una hija trasciende el plano terrenal, por lo que la señora Patricia advierte que no descansará hasta llegar a las últimas consecuencias por la vía legal.
“Ellos vivían en subterráneo, dice mi hijo que empezó a llenarse de humo, él le tocó la puerta a mi hija porque ya estaba todo invadido de humo, agarraron trapos, se pusieron en la boca, uno se fue por aquí otro por allá y se perdieron entre la cortina de humo, dice que él se fue por un camino que no era el correcto, ella iba por el correcto pero en la tercera o cuarta rampa, subían por un como laberinto, ahí ella cayó, él pensaba que estaba viva pero ya estaba muerta, la quisieron revivir pero ya no se pudo hacer nada por ella”.
Aún hay gastos que la familia no ha logrado cubrir, pues no cuenta con los recursos necesarios, por lo que ponen a su disposición un número de cuenta; en los próximos días viajará a la ciudad de Monterrey a interponer la denuncia.
“Que se aclare todo y quien sea responsable, hasta las últimas consecuencias, yo no quería poner ninguna denuncia, pero mucha gente me dice que no, que lo haga, que no puede quedar esto así”.
Por lo pronto Monse ya descansa en su natal Tampico, dónde familiares y amigos tuvieron la oportunidad de darle el último adiós, aunque en la memoria de su madre se mantendrá viva por siempre.
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